El Gobierno confiaba en el último trimestre del año para que la economía acelerase su crecimiento, impulsada por el consumo de los hogares y la llegada de las primeras asignaciones de los fondos europeos. Pero como lleva pasando desde 2020, la evolución de la pandemia condicionó los datos económicos. La variante ómicron y las restricciones derivadas de ésta llevaron en diciembre a que las ventas se ralentizasen con respecto al mes anterior. Los datos de las ventas interiores diarias, que publica la Agencia Tributaria (AEAT) de forma semanal, muestran que el crecimiento de éstas fue del 21,6%, 2,7 puntos porcentuales menos que la semana anterior.
"La menor expansión en la tasa se explica, fundamentalmente, por el menor dinamismo del comercio al por mayor (15,6% frente al 21,2% anterior)", apunta la AEAT en el último documento publicado. También en el comercio al por menor se observa un descenso, del 11,8% al 10,4%. En el caso de la hostelería, sin embargo, hay un incremento y las ventas pasan de crecer a un ritmo interanual del 83,7% al 90,7%, según el mismo informe. No obstante, añade que "dentro de las actividades que todavía están por debajo de su nivel en 2019 destacan la hostelería y la fabricación de vehículos de motor, remolques y semirremolques". Los datos corresponden a la Estadística de ventas diarias del Suministro Inmediato de Información (SII) que ofrece una evolución de los cerca de 61.000 grandes empresas y grupos a efectos de IVA, así como otros contribuyentes con régimen de devolución mensual.
Desde CaixaBank Research, constatan que el consumo creció en el cuarto trimestre del año con respecto al anterior, pero indican que "parte de la mejoría observada durante el último trimestre del año se debe a un aumento de los precios" ya que su indicador recoge la evolución del consumo nominal. Según el Instituto Nacional de Estadística, el Índice de Precios al Consumo (IPC) creció un 6,5% en diciembre en tasa interanual. Entre noviembre y diciembre, los precios aumentaron un 1,2%. No obstante, desde la división de análisis del banco, explican que "a lo largo de diciembre la sexta ola de contagios ha empezado a hacer mella en los sectores más sensibles a las restricciones (ocio y restauración, y turismo)". Los datos muestran que el gasto en retail estuvo por debajo de los niveles de 2019 en las tres últimas semanas de diciembre. En los últimos siete días, cayeron los pagos con tarjetas en ocio y restauración y fueron un 4% inferiores a los de antes de la pandemia.
La llegada de una nueva variante de coronavirus a finales de noviembre perjudicó a las expectativas que algunos sectores tenían para el último mes de diciembre. Las cancelaciones de las cenas de Navidad, así como de los viajes, han perjudicado a la hostelería y al turismo, dos de los sectores más castigados por la pandemia. Además, las empresas tuvieron que hacer frente a más de 240.000 incapacidades temporales por el virus, según los datos provisionales del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, hasta el 23 de diciembre. Desde BBVA Research, apuntan que "la sexta ola de la pandemia impulsó el gasto en salud y lo moderó en actividades de consumo social, como ocio, restauración, deportes y viajes, sobre todo en el canal presencial".
La división de estudios de BBVA revela que las transacciones con tarjeta fueron un 31% superiores a las de hace un año. Sin embargo, el crecimiento es inferior al 48% registrado en noviembre. La ralentización se explica, según BBVA Research, por la caída en las "realizadas con tarjetas extranjeras y las presenciales con tarjetas españolas". Insisten, en que la evolución de la pandemia, "menoscabó" el gasto de las tarjetas extranjeras. Por sectores, el gasto en belleza, moda y viajes continuó por debajo de los registros de 2019, tanto en las compras presenciales como las realizadas a través de canales online.
Perjudicial para las previsiones
El menor dinamismo del consumo en el mes de diciembre complica, todavía más, que las previsiones del Ministerio de Asuntos Económicos se cumplan. El departamento que dirige Nadia Calviño mantiene que el producto interior bruto (PIB) creció en 2021 un 6,5%. Una cifra que se ha tenido en cuenta para la elaboración de los presupuestos de este año y que es la más optimista entre las instituciones que realizan previsiones macroeconómicas. Mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea o el Banco de España pronosticaban un crecimiento alrededor del 4,5%, Calviño se ha mantenido en el 6,5%.
El dato provisional de crecimiento de la economía española se conocerá a finales de mes, cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) publique las cifras de la contabilidad nacional correspondientes al último trimestre del año. Por el momento, teniendo en cuenta los datos hasta el tercer trimestre, el Gobierno apunta en su información de coyuntura económica que el PIB creció en 2021, un 4,9%. En su comparecencia ante los inversores durante el Spain Investors Day, el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, afirmó que "es evidente" que España está en tasas de crecimiento interanual del PIB en 2021 superiores al 5%, ante los datos del INE que refleja que el crecimiento se aceleró hasta el 2,6% en el tercer trimestre y ante las estimaciones del la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIRef), que sitúan el incremento para el último trimestre en el 2,5%.