Moda en el museo
Las nuevas masculinidades, la inspiración africana, Gaultier y la coronación de Isabel II son las apuestas para el 2022
Isabel Gómez Melenchón
El año que se inicia va a bajar al hombre del pedestal, al menos en cuando a estilo, ropa y apariencia se refiere, un hombre nuevo, menos macho y más dúctil, menos encorsetado y más abierto; para entendernos, menos George Clooney y más Timothée Chalamet. O eso es lo que se verá en el Victoria & Albert Museum de Londres, que dedica la que está considerada su gran exposición del 2022 a las cómo la moda ha creado al hombre y viceversa. Fashioning masculinities: the art of Manswear desnuda lo masculino para después vestirlo, en un sentido literal que da ganas de hacerle un corte de mangas a la omicrón y pillar un vuelo a Londres el 12 de febrero, que es cuando se abre. Si no puede hacerlo, aquí se lo contamos.
Líquidos y fluidos
El Victoria and Albert 'desnuda' al hombre para demostrar que puede vestirse de una forma mucho más libre que el adusto señor decimonónico que aún impera
La liquidez de los tiempos y la falta de liquidez de los museos tras y aún en medio de los estragos de la pandemia han hecho que estos giren la vista a los blockbusters seguros, y la moda siempre es una apuesta ganadora, más aún cuando se ajustan a lo que la sociedad, o una parte bien comunicada de esta, demandan. Para empezar, en el V&A despojarán al sexo masculino del peso de sus ropajes mentales, porque así empieza la muestra, que aunque no lo diga tiene un claro mensaje: los hombres no siempre han vestido de hombres.
¿Y qué se entiende por vestirse de hombre? Pues el atuendo occidental, el aburrido traje y corbata ahora cuestionado, al menos en la ceremonia de los Oscars, que por la calle no es que se vean muchos trajes como el Versace rosa chillón de Colman Domingo; por cierto, Versace también será recuperado en una muestra este año. El hombre que desfilará, un decir, en el museo londinense Victoria & Albert Museum a partir del 19 de marzo, es un hombre evolucionado: de los cuerpos idealizados de Apolo y Hermes a los no menos idealizados de Hollywood.
Gaultier, el terrible
Desde los vestidos escultóricos de 'Kika' al futurismo de 'El quinto elemento' pasando por los corsés de Madonna
Porque lo que ha cambiado es la forma de vestirse, y para muestra un botón. El fotógrafo senegalés Omar Victor Diop se autorretrató hace unos años con idéntica vestimenta a la que lucía Jean-Baptiste Belley cuando fue pintado hacia finales del siglo XVIII por un discípulo de Jean-Louis David; Belley, ex esclavo procedente también de Senegal, ya se había convertido en el primer diputado negro de Francia, una figura senior, vestido lujosamente... con una elegante combinación de levita oscura, pantalones claros y abundantes fulards. ¿A alguien se le ocurría ir vestido así al Congreso de los Diputados?
Porque mientras la moda femenina ha mantenido a lo largo de los siglos su libertad (dentro de un orden), creatividad y colorido, la masculina se quedó anclada en el adusto señor decimonónico al que la falta de sonrisa le hacía juego con el traje sombrío. Pero vivimos un momento de absoluta liberación masculina, al menos sobre las pasarelas, los géneros se hacen líquidos, el vestir masculino se hace "más honesto", en palabras delos comisarios del V&A y signifique eso lo que signifique y Londres siempre es una fiesta, ahí está está Boris Johnson para recordarlo, y la exposición seguro que valdrá una visita.
Justamente dos de los abanderados de la fluidez en la vestimenta, Jean-Paul Gaultier y Alber Elbaz, protagonizan sendas exposiciones este invierno. De Gaultier sabemos que le gusta el cine y que se atrevió con la falda masculina antes que nadie, salvo en Esocia, claro. Procedente de la Cinématèque de París, donde concluyó este fin de semana, llegará el 17 de febrero al Caixaforum de Madrid Cine y moda. Por Jean-Paul Gaultier, en la que el modisto, puesto en modo cine, ofrecerá su particular visión de la simbiosis entre ambas artes o artesanías, según se mide, a través de una selección igualmente personal de películas, carteles, fotografías...
... y moda, mucha moda, desde los corsés escénicos de Madonna a los vestidos escultura con los que se atrevió Victoria Abril para la almodoviana Kika o los 954 trajes que Gaultier diseñó para El quinto elemento de Luc Besson (en la muestra no están todos, claro), o su reinterpretación del clasicismo en El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante, dirigida por Peter Greenaway. Futurismo y dilución de géneros mucho antes de que se pusiera, valga la redundancia de moda. A partir de junio la muestra transitará por Barcelona, Sevilla y Palma..
París será escenario en marzo, en el gran templo de la moda, el Palais Galliera, de la muestra-homenaje al creador franco-israelí Alber Elbaz, desaparecido el pasado año. Con el título de Love brings love, la muestra será una reproducción del desfile que tuvo lugar en octubre y en el que 46 diseñadores mostraron sus trajes inspirados en la obra del modisto. Creador para Yves Saint Laurent Rive Gauche, Lanvin y posteriomente AZ Factory, su propia marca enseña, participó de la fluidez, en este caso de materiales, formas y líneas que tanto se ajusta al pensamiento actual. También con sentido del humor, recogido por los diseñadores que le han rendido tributo y que en muchos casos parten de la caricatura autorretrato del propio Elbaz.
Homenaje a Alber Elbaz
Love brings love: 46 diseñadores presentarán en París conjuntos y trajes inspirados en el desaparecido creador
Volvemos a Londres, y al mismo escenario, el Victoria and Albert Museum. Cuando los hombres vuelvan a las oficinas, un decir, tomará el relevo Africa Fashion, o como hay que mirar abajo para saber qué llevaremos en un futuro cada vez más próximo. Más de 250 objetos, trajes, tejidos, fotografías para documentar una creatividad en alza, tanto en inspiración como en cotización. La muestra analizará a una generación de diseñadores y estilistas que, como está sucediendo ya en el arte, comienzan a disputarse las firmas más conocidas.
A unos cuantos kilómetros de Londres, en el castillo de Windsor, también la moda se abrirá camino: nada menos que el traje de la coronación de Isabel II. La soberana británica celebrará el jubileo mostrando a sus cada vez menos súbditos el vestido, con su capa de púrpura y todo, con el que accedió al trono pronto hará la friolera de 70 años. Fue un diseño de sir Norman Hartnell, con emblemas florales que representaban a cada uno de los territorios del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, y alguños guiños a las naciones que forman (o formaban) la Commonwealth, a cargo de doce bordadoras que le dedicaron 3.500 horas a la tarea. La moda al servicio del poder.
En Madrid
En octubre abrirá sus puertas la exposición 'Picasso y Chanel' en el museo Thyssen-Bornemisza
Pero la gran conjunción del arte y la moda se producirá en otoño en Madrid; en concreto, el 11 de octubre abrirá sus puertas en el museo Thyssen-Bornemisza Picasso y Chanel, dos nombres con mayúsculas del siglo XX. Pablo Picasso y Gabrielle Chanel colaboraron profesionalmente en dos ocasiones, en Antígona y en el ballet ruso de Serguéi Diághilev Le Train Bleu; ambos se conocían desde 1917 y establecieron una larga amistad que se prolongaría en el tiempo y que abriría a la modista francesa las puertas del círculo picassiano. Un encuentro que marcaría a Chanel, quien llegó a decir que “son los artistas los que me han enseñado el rigor”.
Cuatro apartados analizarán la relación e influencia mutua entre ambos genios: El estilo Chanel y el cubismo presenta la influencia de este movimiento ya en las primeras creaciones de la modista; Olga Picasso hará dialogar algunos de los retratos que Picasso hizo de su primera esposa con creaciones de Chanel, de la que primera era fiel clienta. El capítulo Antígona verádecorados y máscaras de Picasso y vestuario de Chanel, que coincidieron en la adaptación de esta tragedia de Sófocles, y Le Train Bleu, con el que concluye la muestra, el programa de mano, ilustrado por Picasso, y su colección de prendas deportivas de esa temporada para vestir a los bailarines.
El año de la moda concluirá con una amplia retrospectiva sobre Gianni Versace en el neerlandés museo Groninger. Atuendos, accesorios, telas, dibujos, diseños de interiores y filmaciones de hombres y mujeres de los desfiles legendarios de los años de oro del creador, entre 1989 y 1997, mostrarán cómo el modisto italiano revolucionó no sólo la moda, sino la manera de mostrarla, su apuesta por el exceso, lo recargado, las supermodelos, el oro, las piezas únicas y el espectáculo. Todo ello nada fluido.
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