Siguiendo adelante con el programa establecido para esta actual Semana de la Moda masculina de París, ayer jueves 20 de enero la casa de modas francesa Louis Vuitton presentaba su última colección para la próxima temporada Otoño/Invierno de 2022/2023. Una propuesta que ya estaba anunciado que sería la que mayor expectación despertaría durante esta semana de desfiles, tratándose de la última colección en la que había venido trabajando el director creativo de la línea masculina de la casa, el diseñador estadounidense Virgil Abloh, antes de su fallecimiento el pasado domingo 28 de noviembre de 2021.
Siguiendo con este máximo interés que tenía el poder llegar a descubrir de primera mano los últimos diseños que el creativo había perfilado para la casa de modas francesa, a lo que se sumaban las restricciones de aforo impuestas a cuenta de esta pandemia por coronavirus, desde Louis Vuitton no encontraban mayor salida que la de organizar distintos pases para el desfile. Un evento que pudo seguirse así pues en el día de ayer tanto a través de las distintas cuentas oficiales de la firma en las diferentes plataformas digitales, como a través de la plataforma oficial de la la Fédération de la Haute Couture et de la Mode francesa (FHCM) y, ya en el terreno de lo físico, de los desfiles en vivo que se sucedieron sobre la capital del Sena a las 14:30h y a las 18:30h, hora de París.
Suprimiendo estereotipos
Tal y como se han encargado de confirmar desde la propia Louis Vuitton, la propuesta se encontraba ya armada “en un 95 por ciento” por Virgil Abloh en el momento de su deceso. Habiéndose encargado de rematar sus últimos detalles, el conjunto de artesanos y profesionales que han venido integrando el equipo de trabajo de la línea masculina de Louis Vuitton durante esta etapa, ya cerrada, bajo la dirección del diseñador estadounidense.
En cuanto al fondo de la colección, esta se muestra como el último capítulo, el octavo, de la suerte de “octología” en la que han terminado confiriéndose las sucesivas colecciones diseñadas por Abloh desde que tomase las riendas de la dirección creativa de la línea masculina de Louis Vuitton, el pasado 2018. Una propuesta así pues continuista armada bajo el título de “Louis Dreamhouse”, con la que el creativo continuaba adelante en su viaje de exploración sobre cuestiones ligadas a la diversidad, la inclusión y al valor de la unidad. Aspectos que son los que han terminado de este modo por definir su visión de la marca durante estos años, periodo en el que Abloh había venido abogando en defensa de una mirada imaginativa capaz de acabar con cualquier principio estereotipado, y en especial de aquellos ligados a la raza, el género o a las clases sociales.
Como resultado, nos encontramos con una propuesta en la que vuelven a fusionarse los códigos propios vinculados a la sastrería tradicional, con los de la ropa deportiva o los venidos del fondo de armario femenino. Una acción que da como resultado una serie de prendas entre las que encontramos desde sudaderas a abrigos y chaquetas tipo sastre o vestidos, todas ellas impregnadas de una onírica paleta cromática que navega entre violatas de atardecer, azules noches, profundos negros y blancos crepusculares. Tonalidades que bien llegan para ilustrarnos esa desbordante fuerza de la imaginación de los niños, que se dispara con la llegada de la noche, y a la que el diseñador norteamericano nos invita a abrazarnos en este mensaje póstumo que nos traslada de la mano de su última colección.
“Imagina encender una chispa de imaginación, que termina convirtiéndose en una llama eterna”, en una luz que nos guía “hacia un nuevo mundo iluminado por la posibilidad, donde lo irreal se convierte en real y la fantasía se manifiesta en la vida real”, explican desde Louis Vuitton, a través de un comunicado, sintetizando con ello cuales eran las pulsiones que guiaron al diseñador a la hora de concebir esta última propuesta. “Para la colección Otoño/Invierno 2022”, el octavo capítulo de su trayectoria en Louis Vuitton, “Virgil Abloh construye una ‘Louis Dreamhouse’ en torno a una colección impregnada de los principios de su trabajo”, de entre los que sobresale su filosofía por aprender “a mirar el mundo con los ojos virginales de un niño”.
“A través de esta lente”, añaden desde Louis Vuitton, “la membrana entre la realidad y la imaginación es inexistente”, y “los sueños pueden hacerse realidad”. “Antes de ser programadas con los términos de la sociedad adulta, de ‘alto o bajo’, ‘negro o blanco’, masculino o femenino’, la mente de un niño no conoce límites; no tiene prejuicios”. Y es en defensa y reivindicando el volver a valernos de esa mirada imaginativa e inclusiva, el que desde “la colección se rompen y se transmutan los códigos del vestir popularmente vinculados a los arquetipos sociales”, como los de la sastrería, la ropa deportiva o los vestidos, “y los mezcla de unas nuevas maneras”. Todo mientras se recuperan al mismo tiempo elementos naturales y sobrenaturales venidos de esa misma infancia perdida, y que encontraremos en forma de motivos y siluetas inspiradas en magos, animales, nubes, jardines, el cielo o unas figuras angelicales, cuyas alas para escalar al cielo sin límites de la imaginación, al mismo tiempo sirven de reinterpretación de esa cometa que se convertía en el elemento central de la 3 colección de Abloh para Louis Vuitton, como de sentido homenaje hacia su figura y su legado.