Según el refranero español, "en martes ni te cases ni te embarques", pero por suerte Virginie Viard no ha caído en supersticiones y en su desfile de Chanel para la Semana de la Moda de París nos ha regalado una colección y puesta en escena de ensueño.
"Sabía que no podíamos organizar un gran espectáculo, que tendríamos que inventar algo más, así que se me ocurrió la idea de un pequeño cortejo que bajaría las escaleras del Grand Palais y pasaría por debajo de arcos de flores. Como una celebración familiar, una boda…", comenta la diseñadora
En esta ocasión, Virginie Viard ha recogido el testigo de Karl Lagerfeld y ha presentado una colección primavera-verano 2021 cargada de sofisticación, elegancia, fantasía y encanto, adjetivos que siempre han acompañado a la maison francesa.
La fantasía nupcial de la diseñadora se aleja del barroquismo y grandes lujos que se podrían esperar de una firma de la alta costura parisina, sino que se trata de "un estilo más bohemio, más como una boda o una celebración familiar en un pueblo que en el Ritz", explicaba.
También hay chicos en esta boda, o más bien chicas, que en palabras de la propia Viard son "una pequeña garçonne", mujeres vestidas con trajes de tweed y chalecos. Un recordatorio de las apropiaciones de ropa masculina de Coco Chanel en sus diseños.
La madre de la novia, por su parte, se decanta por trajes elegantes con bordados plateados, mientras que las invitadas más aventureras optan por coronas de flores, encajes o mini vestidos.
En esta nueva colección de Viard abundan los volantes y enaguas con grandes faldas de tul que se ajustan a siluetas románticas, pero también destacan los delicados bordados, las trasparencias y el encaje personalizado pintado a mano por Solstiss.
El broche de oro lo puso la novia, comenzando con su espectacular entrada. A lomos de un caballo blanco, la modelo cerraba el show al ritmo de Be my baby, de TheRonettes. El vestido de crepé en marfil estaba inspirado en los años 20,adornado con bordados de perlas y strass, y acompañado de un romántico velo que terminaba por introducirnos en la atmósfera de fantasía.
Este desfile ha coronado sin lugar a dudas a Virginie Viard, demostrando ser digna sucesora de la casa Chanel.