Dicen que si no puedes con tu enemigo te sumes a él. Pero este no es el camino que ha tomado la 080 Barcelona Fashion. Sino que ha apostado todo al escaparate digital. Cuando la mayoría de las pasarelas han vuelto a la presencialidad o han ofrecido espectáculos híbridos entre lo digital y lo físico, la semana de la moda catalana sigue apostando por las presentaciones en vídeo (formato que aupó la pandemia), pero con sello propio, puesto que todos los diseñadores y marcas que participan en la edición que empieza este lunes han rodado sus colecciones en el mismo lugar, el Epacio XC del escultor Xavier Corberó, en Esplugues de Llobregat (Barcelona). Desde el lunes y hasta el jueves, 22 firmas presentarán sus nuevas colecciones a través de la web de la plataforma de moda.
“Siempre se comparaba Barcelona con otras fashion weeks y a pesar de estar bien posicionada era más modesta”, reconoce Marta Coca, directora de la 080, quien le ha dado este giro a la pasarela. La pandemia fue lo que obligó a explorar el formato digital, pero parece que ha resultado ser una buena alternativa para desmarcarse y encontrar un camino propio y singular dentro de este competitivo sector.
“Solucionamos así un problema coyuntural, pero nos hemos dado cuenta de que podíamos tener un nuevo proyecto con una visión que nos permite salir del calendario de las fashion weeks y montar nuestra superliga”, lanza Coca. Las dos últimas ediciones, con vídeos grabados en el Recinto Modernista de Sant Pau y en la Pedrera, han servido para saltar más allá de la pantalla hasta las revistas de moda de otros países, a las que no se llegaba cuando la semana de la moda era presencial porque sus focos estaban puestos en las capitales que mandan en el espectáculo de la moda como París, Milán o Nueva York.
La voluntad ahora es trabajar con indicadores cualitativos y el posicionamiento de la plataforma, dice Coca, que asegura que las dos últimas ediciones se ha llegado más lejos que nunca, con apariciones en revistas especializadas de Japón, Alemania, Italia o Francia. Este posicionamiento no significa que la 080 vaya a quedarse en formato estrictamente digital, sino que la organización tiene en mente poder llegar a un modelo híbrido de características que todavía no puede aventurar porque lo principal es encontrar la fórmula que hilvane los dos mundos, algo para lo que hace falta el apoyo de patrocinadores.
La singularidad de la plataforma digital que ha creado la 080 es que todas las grabaciones tienen el mismo escenario y calidad como carta de presentación. Es la organización quien escoge un edificio emblemático de Barcelona y graba allí con su equipo los vídeos. En esta tercera edición digital, y 28ª de la pasarela, el lugar escogido rompe totalmente con la estética modernista explorada hasta ahora: es la monumental casa del desaparecido escultor Xavier Corberó, una obra racionalista donde el contenido es tan imponente como el continente, que alberga 200 obras del artista.
Apoyo de los diseñadores
Los diseñadores se sienten cómodos con este modelo. Júlia G. Escribà, que desfila por segunda vez, no cabe en sí de gozo. “Ya queríamos grabar algo en el Espai XC de Xavier Corberó”, cuenta emocionada. Así que cuando vio que esta edición se grababa allí aún lo tuvo más claro. “Nuestra colección se llama Utopia y comparte con el espacio estos valores de combinar lo tradicional con lo nuevo, el edificio tiene raíces mediterráneas, pero es futurista y nuestras prendas combinan las raíces con la tecnología”. Júlia G. Escribà trabaja sus prendas con un tejido tecnológico que lee la temperatura del cuerpo y se adapta para abrigarlo más o menos gracias a unas microcápsulas. A sus 21 años, su estilo es atemporal y sin género y espera poder comercializar su segunda colección el próximo 2022. De momento, avanza que ha hecho una cápsula para Lurdes Bergada que estará en las tiendas en abril. Confía en el cobranding como una senda para sus ideas.
Por segunda vez también participa Álvaro Calafat. Con su colección Capítulo 2: Recuerdos, cree que ha llegado a expresar lo que quiere. Su pieza audiovisual se presenta como un museo de los recuerdos donde cada prenda cuenta algo de su vida, desde el bullying que sufrió en el colegio, con una blusa de satén que lleva en el cuello una mano que aprieta, hecha de plástico reciclado imprimida en 3D; hasta el amor por su abuela, cuyo rostro se mezcla con otros símbolos de su biografía en el estampado de algunas prendas. “Trabajo la artesanía y la tecnología a la vez”, matiza. Él es de los pocos diseñadores que han montado un evento físico coincidiendo con la pasarela digital. Es por invitación y será la puerta de entrada a este museo de los recuerdos, escaparate con 15 looks de su colección en el Hotel Pullitzer, la misma semana en que pondrá en marcha un sistema de prêt-à-porter a medida por encargo a través de su web.
En la misma línea de entusiasmo por el formato se muestra Carles Gràcia, director creativo de Escorpion, veterana de la semana de la moda. Está a gusto con poder explicar más la filosofía de la colección con este tipo de presentación. Echa de menos “la adrenalina y el punch”, pero se centra más en las ventajas. La última edición les reportó más repercusión a nivel internacional, algo importante para una firma que vende un 40% fuera. Además, destaca que la repercusión digital se alarga más. Para él sería una buena opción combinar una edición digital con otra presencial, aunque si se tuviera que quedar con una sería la de la nube. “A todo presencial no volveríamos”, concluye, después de mostrarse impresionado con los vídeos grabados en el Espai XC, donde muestran una nueva colección de tonos piedra y gris con materiales naturales que quiere romper estereotipos con lo femenino y lo masculino con el reclamo My way.
“No hay otro modelo, la pasarela con el concepto tradicional tienen que morir. No hay otra que abrirse al mundo”. Así de claro lo tiene Jose María Garcia-Planas, director creativo de The (Real) Garcia, una marca con menos de un año de vida que se define “como básica, atemporal y sostenible” y que tiene detrás una familia dedicada al textil durante seis generaciones. Para ellos, la experiencia de rodar en la 080 ha sido “fabulosa”. Garcia-Planas recuerda un encuentro con el escultor Xavier Corberó en su casa en los años ochenta y se rinde ante el monumento del artista mientras reconoce que, aunque había sido crítico con los desfiles y el apoyo institucional a la pasarela, su visión ha cambiado con este nuevo formato. “Esto es otra historia, nos interesa porque creemos en el mundo digital y la comunicación que permite el fashion film”.