Una de las sorpresas que nos trae SIMOF 2022 es la llegada de nuevos diseñadores para renovar el sector de la moda flamenca. Una de ellas es la sevillana Raquel Bollo, la reconocida colaboradora de televisión se lanzó en 2020 con su propia firma de moda femenina (RB, Raquel Bollo) que vende sus diseños a través de la shop online tras años de experiencia gestionando una tienda multimarca.
Raquel Bollo ha decidido dar un paso más en su carrera como diseñadora apostando por la moda flamenca. Algo que, según explica la sevillana, va en su «ADN» y que ha tenido rondándole la cabeza durante años. Bulevar Sur ha entrevistado a la nueva diseñadora de moda flamenca ante su inminente estreno en la pasarela. Su desfile se celebrará el próximo sábado 5 de febrero a las 16 horas y las entradas ya están a la venta.
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¿Cómo fue tu acercamiento al mundo del diseño de moda?
«Mi madre era modista y era un trabajo muy sacrificado y no bien pagado. Ella me enseñó lo básico y yo me ponía después del colegio. Aprendí a poner una cremallera, un bajo, coser un botón…, pero nunca me dejó tocar la máquina de coser. Me apunté a clases antes de la pandemia y al segundo día ya usaba la máquina. En poco tiempo me hice mi primera falda, pantalón… Cuando nos confinaron me compré una máquina de coser y empecé a hacer cosas para mí y para mi nieta».
¿Y tus recuerdos con el traje de flamenca?
«Siempre me he vestido de flamenca desde muy pequeña, lo he vivido en mi casa. En el cuarto de mis hermanos trabajaba mi madre y recuerdo los hilos y patrones, los tejidos por todas partes… No solo el día a día, por la noche cuando todos dormíamos estaba el ruido de la máquina de coser. Y los trajes de baile cuando empecé en la academia de mi tía, cuando me fui con José Moreno, José Galván… Recuerdo un traje de organdí blanco con ribetes negros, otro con encaje, carruchas, madroños, los de pequeña con batista y plumeti… Mil recuerdos».
Raquel Bollo y la moda flamenca
«Siempre he estado muy vinculada al mundo del flamenco, mis hijos también y me he identificado con la moda flamenca. Aunque no diseñaba siempre he sido referente cuando llegaba a la feria y me vestía. Empecé con Aurora Gaviño, también me han vestido Sergio Vidal, Pepe Sevillanía y también en los últimos años José Hidalgo, Mónica Méndez y Consolación Ayala. Mucha gente lo ha pedido en este tipo, pero por una cosa o por otra, por miedo, por falta de tiempo… No había llegado ese momento.
Todo surgió en una comida con mis amigos Charo, Paco Cerrato y Pedro González. Estuve preguntando y pidiendo consejo a Pedro, que es un catedrático en esto, sobre algunas cuestiones para mi marca y Charo me dijo que tenía que lanzarme con la flamenca y le dije que yo siempre había querido pero que lo veía un atrevimiento. Entonces Pedro me preguntó si realmente quería, yo le conté mi historia y me dijo que podría hacerlo, que no me veía como una intrusa, que veía que yo llevaba la moda flamenca a la televisión, que la lucía y que tenía mi sello propio. Él pensó que era un buen momento, después de dos años sin feria, la gente que tiene ganas… Lo más importante y que yo estaba de acuerdo es que me recomendó hacer una colección pequeña, empezar desde abajo como todo el mundo. Reconociendo que tengo mi nombre, pero haciéndolo humildemente porque esto es el principio».
¿Cuál ha sido la inspiración para tu primera colección y cómo has vivido el proceso?
«Pedro me acompañó a elegir a diseñar tejidos y a trasladar a diseños lo que tenía en mente, siempre respetando lo que yo quería transmitir. Todo ha salido de ahí y estoy muy agradecida por su ayuda y experiencia. Ha sido un camino muy bonito y trabajoso, pero que estoy disfrutando muchísimo.
La colección no lleva nombre, es mi firma, porque quiero empezar de forma sencilla. Si todo va bien y sigo en la moda flamenca, he empezado para no irme, ya la siguiente lo llevará. Está basada en el lenguaje de la moda y los cortes de los años 70 y en estos diseños quiero exponer mis recuerdos de la flamenca de la época. Recuerdos de Isabel Pantoja, de los tablaos de flamenca, Las brujas y donde he visto a mis compañeras bailando, Triana, los geranios, la flamencura…
He querido hacer una colección donde esté la elegancia y elementos muy flamencos que puedes descontextualizarse y llevarse a una fiesta con un vestido o unos vaqueros. Se ha hecho con una paleta de color que va del morado al verde menta, los colores de siempre, lunares grandes y pequeños, algo de flores en detalles…».
¿Qué tiene el traje de flamenca de especial que inspira dentro y fuera de nuestras fronteras?
«Mi idea de la flamenca es elegante y sensual. El encanto del traje de flamenca, además de la propia cultura, es que define la figura de la mujer. Aunque me pueda poner y en mi colección hay un talle más alto, casi todos estilizan y son entallados porque me encanta la figura que recuerda a las curvas de una guitarra. Es muy femenino y no he querido perder esa línea».
¿Qué te está enseñando este nuevo sector de la moda?
«Me está enseñando que no dejas de aprender. Cada día algo nuevo, tiene muchas puntadas, requiere mucho trabajo, pero es un mundo muy bonito y muy amplio. Tengo referentes como Pepe Sevillanía y Cañavate. Me gustan mucho todos los que me han ido vistiendo».
Te estrenas en SIMOF, la pasarela pionera…
«Surgió así. Desde Doble, Erre Raquel Revuelta me ofreció esta oportunidad. Voy humildemente, es un desfile colectivo con dos compañeras más, con una colección de 10 trajes. Me han ayudado en todo lo que desconocía de este mundo».
¿Es tu primer desfile como diseñadora?
«Una vez hice uno con prendas de mi tienda, pero no tiene nada que ver con esto. Lo estoy viviendo con mucha ilusión, nervios, miedos y respeto. No vengo a competir con nadie, ni a innovar. Creo que en la moda flamenca está todo hecho, al final son siempre mezclas de cosas e ideas y todos bebemos de los grandes de hace muchas décadas. Lo que hago es aportar mi filosofía sobre la mujer flamenca. Me han dado varios premios y reconocimientos dentro de la moda flamenca, no por ser diseñadora, sino porque a lo largo de mi vida siempre he colaborado en desfiles de forma desinteresada, he hablado todo lo que he podido de la moda flamenca en los medios, vistiendo a mis compañeras de flamenca durante la feria, llevando diseñadores… Más que venir a entrometerme, que no lo siento que lo haga, lo veo como una ayuda. Si yo puedo aprovecharlo para cumplir mi sueño y además por mi nombre llega a más gente, bienvenido sea».