Los inversores se enfrentan a la penúltima semana del año con la pandemia como principal brújula financiera. La nueva ola de covid-19 y el temor a nuevos confinamientos han teñido de rojo las Bolsas mundiales este lunes. Sin embargo, los mercados europeos han ido moderando sus desplomes a lo largo de la sesión. El Ibex 35, que ha llegado a derrumbarse cerca de un 3%, ha cerrado con una caída del 0,83%. Londres y París han cedido alrededor de un 1%, mientras que Fráncfort y Milán entre un 1% y un 2%. Las Bolsas estadounidenses sufren flexiones peores. El Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq Composite, que agrupa las principales acciones tecnológicas, perdían casi un 2% a las seis de la tarde hora española peninsular.
Ante la expansión de la variante ómicron, la covid-19 ha vuelto a monopolizar la atención de los inversores. Países Bajos ha impuesto un nuevo confinamiento estricto hasta el 14 de enero, mientras que otros países europeos se plantean establecer nuevas restricciones para frenar los contagios durante las fiestas navideñas.
Según el director de inversiones de Blanke Schein Wealth, Robert Schein, ómicron sigue siendo una preocupación y los casos van en aumento. “Hay que estar preparados para que la covid-19 siga siendo un factor principal en el desempeño del mercado de cara al 2022. Después de la carrera alcista que hemos visto durante los últimos 21 meses, los inversores no están tan acostumbrados a períodos prolongados de volatilidad”, ha apuntado el analista.
En el Ibex 35, las mayores caídas se las han anotado Merlin Properties (-6,34%) —ante las discrepancias en su consejo sobre la gestión de su CEO, Ismael Clemente—, Grifols (-4,61%) y Arcelormittal (-3,18%). Entre los pocos valores en verde destaca la farmacéutica Rovi, con un avance del 2,98%. En lo que va de año, el principal índice bursátil de la Bolsa española solo gana apenas un 2%, un beneficio mucho más bajo que los otros parqués europeos, que, en cambio, cuentan con un rendimiento por encima del 10%.
Nieves Benito, responsable de Fundamental Research de Santander AM, señala que unas ganancias tan bajas se deben a que la economía española es la que más sufrió en la crisis del coronavirus frente a los socios europeos, con una contracción del PIB acumulada desde el cuarto trimestre del 2019 hasta el segundo trimestre del 2021 que se sitúa en un -8.4%. “Esto lo explica el gran peso, por encima del 28%, que representa el sector del Ocio, Hoteles y Restaurantes. Pero, por lo mismo, España debería ser uno de los países con mayor recuperación”, ha añadido.
La inquietud sobre la situación epidemiológica vuelve a resurgir en un contexto de incertidumbre económica. El senador Joe Manchin ha sorprendido a la Casa Blanca este domingo al rechazar un paquete de impuestos y gastos de aproximadamente dos billones de dólares. Una propuesta del presidente Biden que el mercado había aclamado como un elemento fundamental para apoyar la recuperación. Tras este giro inesperado, el banco de inversión Goldman Sachs ha encendido las alertas sobre la economía estadounidense y ha recortado su pronóstico del PIB para el primer trimestre de 2022 al 2% desde el 3% anterior.
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Los bancos centrales actúan a distintas velocidades
La semana pasada los bancos centrales revelaron sus cartas sobre la retirada de estímulos en el camino hacia la era pospandemia. Todos se preparan a apartar la munición que habían desplegado como respuesta a la crisis sanitaria, aunque a velocidades diferentes. Si Estados Unidos ha anunciado que subirá los tipos de interés en 2022, por otro lado, el BCE no se ha planteado hacerlo, aunque sí pondrá punto final en marzo del próximo año al programa de compras de deuda vinculado a la pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés), que dotó con 1,85 billones de euros.
Las acciones de China han cerrado a la baja este lunes, después de que el banco central de la región recortó una tasa de interés clave por primera vez en casi dos años, en un intento de impulsar el crecimiento en la segunda economía mundial. El índice CSI300, que representa las 300 principales acciones negociadas en la Bolsa de Shanghái y en la de Shenzhen, cayó un 1,5%. Por su parte, el Nikkei japonés perdió más de un 2%.
La receta del banco central chino es opuesta a la actuación de la Reserva Federal, que considera que elevar los tipos de interés es la herramienta más poderosa para hacer retroceder la inflación. Según Benito, la reciente confirmación por parte de la Fed de las subidas para el 2022 y el 2023 está en línea con las intervenciones históricas para situaciones de crecimiento similares. En cambio, la economía china se encuentra en momento de desaceleración. “Los indicadores de actividad están demostrando una tendencia bajista, y todos ellos están creciendo menos que en los periodos pre covid. Esta tendencia parece ser gradual, pero la mayor preocupación continúa siendo la evolución del mercado de la propiedad”, agrega la analista.
En el mercado de las materias primas, el precio del barril de petróleo de calidad Brent, referencia para el Viejo Continente, se situaba en los 71 dólares, tras caer más de un 3%, mientras que el Texas se colocaba en los 68 dólares, tras ceder un 3,7%. Estos descensos se deben a las preocupaciones de que la propagación de la variante ómicron pueda reducir la demanda de combustible en la ruta hacia la recuperación.