Nueva York, Estados Unidos.
Miles de deseos escritos a mano en 'pósits' de colores se convertirán en el confeti que sobrevolará Times Square tras el tradicional descenso de la esfera brillante durante la celebración del año nuevo el próximo 31 de diciembre por la noche.
Buenos deseos
En una pequeña mesa en pleno Times Square, y rodeados por cientos de pantallas centelleantes, neoyorquinos y turistas aprovechan la oportunidad de convertir sus buenos deseos en parte de la despedida del año más emblemática del mundo. De los tradicionales 'salud, dinero y amor' a los mensajes más irónicos y mordaces relacionados con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como el que invita al magnate norteamericano a 'construirse un muro alrededor de sí mismo'.
Todos estos papeles, la mayoría rebosantes de optimismo, y previamente hechos trizas, sobrevolarán en el primer segundo de 2020 a las cerca de un millón de personas que se espera que abarroten las calles neoyorquinas para iniciar un nuevo calendario.
Además, también es posible que los deseos se convierta en confeti sin necesidad de desplazarse hasta Nueva York. Se trata de una opción disponible en el denominado 'muro digital' de la página oficial que recoge los eventos de Times Square.
También en este céntrico lugar, y expuestos al público para la foto de rigor, están parte de los números '2020' que se colocarán en la brillante esfera de más de 5 toneladas y 6.200 cristales triangulares LED que marca el inicio del nuevo año.
Son principalmente turistas los que aguardan en una cola numerosa teniendo en cuenta el frío invierno neoyorquino y que no dudan en hacerse selfies, posados para Instagram y vídeos para Tik-Tok durante los no más de 10 segundos por turno para que todo fluya.
La celebración del año nuevo en Manhattan, seguida en televisión por millones de personas en Estados Unidos y alrededor de mil millones en el resto del mundo, comenzó a principios del siglo pasado, en 1904, en una época en la que Times Square ya conformaba parte del corazón de Nueva York.
Tres años más tarde, en 1907, tuvo lugar la primera aparición de una esfera gigante, que pesaba más de 320 kilos, estaba adornada de hierro y madera e iluminada por unas cien bombillas de 25 vatios.
En total, en los últimos 112 años, ha habido hasta siete bolas distintas, aunque fue en el 2000, con motivo del cambio de milenio, cuando tuvo lugar el cambio más significativo en el diseño de la estructura.
Las dos únicas veces que se ha suspendido la ceremonia del descenso de la esfera gigante fue en 1942 y 1943, debido a los apagones de luz durante la Segunda Guerra Mundial en la ciudad de Nueva York.