La familia detrás del gigante farmacéutico Purdue Pharma, convertida en un emblema de la crisis de los opioides que azota a Estados Unidos, ha anunciado este jueves haber llegado a un acuerdo con el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York para que se retire su nombre de siete espacios dentro del recinto de exposiciones, incluido el ala que alberga el famoso templo egipcio de Dendur.
“Nuestras familias siempre han apoyado firmemente al Met, y creemos que esto es lo mejor para el museo y para la importante misión que cumple”, han declarado en un comunicado los descendientes de Mortimer Sackler y Raymond Sackler. “La primera de estas donaciones se hizo hace casi 50 años, y ahora pasamos la antorcha a otras personas que deseen dar un paso adelante para apoyar al museo”.
Los Sackler, más ricos que los Rockefeller, según Forbes, erigieron gran parte de su patrimonio gracias al OxyContin, un opiáceo que según miles de demandantes se comercializó con publicidad engañosa, ocultando su potencial adictivo. En septiembre de 2019, Purdue Pharma se declaraba en bancarrota y los Sackler anunciaron la cesión del control de la empresa a una entidad creada para “beneficiar a los demandantes y al pueblo estadounidense”.
El anuncio hecho este jueves marca una ruptura significativa entre el museo más grande del mundo y uno de sus más generosos benefactores. En 2019, el museo neoyorquino cortó con la financiación de la familia Sackler, pero ha sido relativamente lento a la hora de retirar su nombre de las galerías. Otros museos han rechazado el dinero de Sackler, como la Serpentine Gallery de Londres, y algunos se apresuraron a eliminar el nombre de Sackler, incluido el Louvre de París, que fue el primero en hacerlo. El Guggenheim, el Museo Americano de Historia Natural, el Metropolitan Opera y la Dia Art Foundation son otros beneficiarios culturales de los Sackler en Nueva York.
Los primeros Sackler estadounidenses nacieron de una pareja de inmigrantes de Europa oriental. Los tres hijos del matrimonio crecieron en Brooklyn en la década de los veinte. Arthur, Mortimer y Raymond Sackler estudiaron psiquiatría y en los 50 compraron una pequeña compañía farmacéutica, Purdue Frederick, que más tarde rebautizaron como Purdue Pharma. El mayor, Arthur, fue un gran vendedor y un pionero del marketing en la medicina, además de uno de los principales coleccionistas de arte asiático de su generación. Sin embargo, el mayor éxito de Purdue Pharma llegó en 1995, años después de la muerte de Arthur. Sus hermanos Mortimer y Raymond lanzaron el OxyContin. La agencia estadounidense del medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó su uso como analgésico para combatir el dolor en enfermos de cáncer. Años después, este fármaco sería considerado el precursor de la epidemia de sobredosis que se ha cobrado casi 500.000 vidas en Estados Unidos entre 1999 y 2020.
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