En plena pandemia del COVID-19, nada mejor que hacer deporte al aire libre. Por ello, la Vía Verde de Lucainena se ha convertido en un auténtico pulmón provincial, donde centenares de almerienses [por supuesto, también de fuera en días festivos] pueden practicar senderismo, running los más atrevidos, o recorrerla con maillot sobre dos ruedas.
La Vía Verde de Lucainena de las Torres es un antiguo trazado ferroviario minero en desuso acondicionado para la práctica del senderismo y del cicloturismo. Es un itinerario accesible y fácil, sin apenas pendientes, y alejado del tráfico motorizado, ideale para todo tipo de público, incluso para personas de movilidad reducida (minusválidos, ancianos, niños…). En un primer momento, el tramo habilitado era de 5,5 kilómetros, pero en la última reforma se ha triplicado su extensión y ahora mismo es de 15,5, llegando desde el municipio hasta la Venta del Pobre, esto es, entrando dentro del término municipal de Níjar.
De esta forma, el deportista puede hacer un trayecto de unos 30 kilómetros ida y vuelta, perfecto para preparar, por ejemplo, un reto tan exigente y bonito como es el Camino de Santiago.
Dentro de este continuo trabajo de remodelación de la vía, una de las últimas novedades es la instalación de una espectacular pasarela metálica sobre el Puente del Molinillo, para salvar un vacío de unos 50 metros. Igualmente, se está haciendo la memoria para otro puente, el de la Rafaela, que se va a entregar a la directora general de Caminos Naturales aprovechando la presencia del alcalde en esta Feria de FITUR en Madrid. Posteriormente se realizará el proyecto para la inclusión en los próimos presupuestos.
Además de la belleza de recorrer estos paisajes de origen minero, principalmente la zona de los hornos de calcinación, la importancia de la Vía Verde radica en las cifras que presenta. El pasado año, contando sólo sábados, domingos y festivos, hay datos que informan que más de diez mil turistas hicieron este recorrido del interior almeriense.
Además, el propio Ayuntamiento ofrece una serie de rutas guiadas a demanda, principalmente para asociaciones de personas mayores, con las que visitar partes de la vía, así como los rincones de Lucainena de las Torres más singulares.