La playa Espadilla en Quepos de Puntarenas ya cuenta con una pasarela para sillas de ruedas que se elaboró con más de 1.500 kilos de tapas plásticas, que convirtieron este sitio en el Pacífico central en el octavo destino accesible de turismo del país.
Esta playa, de arena blanca y mar turquesa, rodeada de árboles y mangles y localizada a muy poca distancia del Parque Nacional Manuel Antonio, en el Pacífico Central del país, ofrece ahora estos senderos retráctiles, además de sillas “anfibias” que facilitan a las personas con discapacidades motoras desplazarse por la playa e ingresar al mar en igualdad de condiciones.
Las pasarelas fueron donadas por la empresa Monge y el proyecto Donatapa, que se encargaron de la recolección de los residuos reutilizables en 180 puntos de venta de todo el país y la posterior construcción de las estructuras. Tanto los senderos como las sillas anfibias serán administrados por la Fundación Sayú, que trabaja en esa localidad.
Según detallaron los encargados de la iniciativa, en un principio, el horario para el uso de las pasarelas accesibles de playa Espadilla será de viernes a domingo de 8 a. m. a 5 p. m.
“Para la Red Costarricense de Turismo Accesible contar con un aliado como Monge que nos abre las puertas de sus 180 tiendas es maravilloso, ya que le da la oportunidad a cualquier persona sin importar donde viva a ser parte de la campaña Donatapa (...) Donatapa es nuestra forma de sensibilizar a las personas en temas de sostenibilidad, derechos humanos, accesibilidad universal. A través de ella juntos lograremos innovar con una ruta en donde la sostenibilidad, ser humano y la sana convivencia en igualdad de condiciones sea el eje primordial”, comentó Stephanie Sheehy, directora ejecutiva de la Red Costarricense de Turismo Accesible.
Según detallaron, las campañas de recolección continuarán en todo el país a fin de desarrollar nuevos proyectos como el de Espadilla, en otros parajes, entre ellos cataratas.
Actualmente otras playas como el Parque Nacional Cahuita en el Caribe sur, playa Cieneguita en Limón, playa Hermosa y Sámara en Guanacaste, así como Jacó y Dominical en el Pacífico central cuentan con este tipo de senderos que las convierten en destinos completamente accesibles.
En Cieneguita, por ejemplo, se colocaron 30 metros de pasarelas retráctiles de madera plástica que se elaboraron con 640 kilos de tapas. Además, a los visitantes con alguna discapacidad no solo se les ofrece la silla anfibia, sino una aventura en tabla conocida como surf terapia.
En noviembre pasado, la empresa editorial de guías de viajes Lonely Planet otorgó a Costa Rica el premio como mejor destino accesible 2021, con lo cual reconoce la adaptación de los servicios turísticos a las necesidades de todas las personas.
Al informar acerca de este premio, el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) resalto cómo el país logró adaptar, por ejemplo, un tour en canopy para usuarios de silla de ruedas, un bosque lluvioso adecuado a personas con discapacidad o surfear y atrapar olas sin que la movilidad reducida sea impedimento.