Este contenido fue publicado el 05 septiembre 2021 - 08:30Diana Giambona
Bruselas, 5 sep (EFE).- ¿Ha dejado Bruselas su impronta en la moda contemporánea? Es la tesis que desarrolla una exposición que acaba de abrir sus puertas en la capital belga y que repasa, desde los años 80 a la actualidad, el trabajo de 33 diseñadores influidos por una ciudad cosmopolita, ecléctica y de espíritu libre, reflejada en sus prendas.
“Brussels Touch” es el título de esta exhibición organizada por el Museo de la Moda y el Encaje de Bruselas, que recolectó las creaciones de diseñadores que tenían lazos con la ciudad con el fin de descubrir aquellas características en común, ya que “es importante construir la memoria de su trabajo”, según explicó en una entrevista con Efe el director de cultura, museos y archivos de la capital belga, Denis Laurent.
“El toque bruselense es muy sutil” porque es una ciudad “muy cosmopolita, ecléctica y un poco caótica”, señaló Laurent, que aseguró que todas esas particularidades se expresan en la moda.
Aunque Bruselas no se considera una ciudad de la moda como pueden ser París, Milán y Nueva York, el “espíritu de libertad” de la capital belga permite a los creadores tener más autonomía para expresar sus propias identidades.
Laurent destacó que uno de los diseñadores más famosos presentes en la exposición es Olivier Theyskens, quien ha sabido imprimir su estilo en marcas de lujo como Rochas, Nina Ricci y Azzaro, además de vestir a artistas como Madonna.
También se pueden apreciar piezas de diseñadores como Anthony Vaccarello, director creativo de la firma Saint Laurent; Julien Dossena, director creativo de Paco Rabanne, y el belga-español José Enrique Oña Selfa, antiguo director creativo de Loewe.
Muchos de los diseñadores seleccionados se formaron en La Cambre, una escuela de arte y diseño con renombre a nivel internacional, que en la década de los años 80 fundó su departamento de estilismo y creación de moda.
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En esa misma década surgió la boutique STIJL, la primera en vender y distribuir el trabajo de diseñadores de Bruselas, por lo que fueron unos años clave en el surgimiento del sector de la moda en la capital belga.
LA MODA BRUSELENSE
La curadora de la exposición, la francesa Lydia Kamitsis, encontró que aquello que caracteriza a la moda de Bruselas no es algo visible, sino que se basa en la actitud y la relación con los materiales.
Kamitsis clasificó los diseños en cinco grupos que se distinguen por la humildad, lo artesanal, lo poco ortodoxo, lo poético y la generosidad.
La sección de humildad reúne piezas basadas en una elegancia discreta y la elección sutil de materiales, mientras que lo artesanal incluye vestidos que recuerdan a la pintura expresionista y abstracta.
Un cinturón con una hebilla en forma de nariz y una sudadera blanca hecha con manteles tejidos forman parte de la categoría de lo no ortodoxo, donde prima el sentido del humor y lo absurdo.
Por su parte, lo poético tiene una “fuerte tendencia en ser muy minuciosos con la belleza de pequeñas cosas y la perfección de los detalles”, apuntó Laurent.
La generosidad se expresa con el compromiso con los problemas actuales, por lo que en la exhibición se pueden encontrar “diseñadores que trabajan con temas de sostenibilidad”, afirmó Laurent.
Uno de los vestidos de Marine Serre implementa el “upcycling”, una técnica que consiste en transformar residuos en objetos de valor, y con diferentes retazos de tela buscó representar el diálogo entre oriente y occidente, inspirada por los atentados terroristas en Bruselas de 2016.
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En el caso de la diseñadora Ester Manas, trabaja el concepto de “una talla única para todos”, por lo que crea sistemas para hacer prendas que se adaptan a todos los cuerpos, con el fin de defender la inclusión e igualdad social.
Para completar los atuendos, Elvis Pompilio proporciona los sombreros, algunos de estilo vaquero y otros con forma de suéter en miniatura.
Unos diseños muy particulares que han conseguido que durante casi cuatro décadas las estrellas y amantes de los sombreros no se fueran de Bruselas sin acudir a su tienda. EFE
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