Donatella Versace es una institución en el mundo de la moda. Sus más de cuatro décadas en el imperio familiar, primero al lado de su hermano Gianni y después al frente, en solitario, dan para muchas anécdotas. Más teniendo en cuenta la relación tan cercana que la firma ha establecido desde sus orígenes con las celebridades del cine y de la música, dentro y fuera de las pasarelas. La diseñadora, que es la cabeza visible de uno de los clanes más legendarios del firmamento de la moda, que desde el sur de Italia conquistó el mundo partiendo de cero, ha repasado su trayectoria en una entrevista distendida que le han hecho el rapero Fedez, marido de Chiara Ferragni, y el youtuber Luis Sal. También ha contado algunas anécdotas del selecto e infinito club de estrellas de la galaxia Versace.
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La modista ha recordado los inicios difíciles en Milán, al norte de Italia, donde la familia, originaria de Calabria, instaló su cuartel general a finales de los años setenta del siglo pasado. “En aquellos años, los del norte se consideraban más cultos y sofisticados. Pero nosotros, los del sur, teníamos el valor de romper barreras. Gianni amaba con locura a las mujeres y no quería verlas grises. Quería que expresaran su personalidad”, ha relatado. Y ha añadido: “Al principio le costó porque en la moda existía el bon ton [algo como sofisticación, buenas maneras], una palabra que para los Versace nunca ha existido, mejor el mal gusto que el bon ton, porque al menos te hace hablar, es libertad”. También ha recordado los obstáculos con los que su hermano, el diseñador Gianni Versace, el hombre que marcó la estética de los noventa y que fue asesinado en 1997, se encontró en sus inicios: “Los primeros años de Versace en Milán fueron muy difíciles. Allí estaban las damas perfectas y Gianni fue criticado. Le decían que hacía ropa para furcias. Yo le decía que no se preocupara, porque la verdad es que hacía ropa para mujeres que no tenían miedo de su propia feminidad”.
En realidad, esa descripción de “ropa para prostitutas” viene de una polémica anterior que ya enfrentó a Donatella con otro grande de la moda italiana, Giorgio Armani. En una entrevista en abril de 2015, Armani rescató una leyenda urbana por la que él le había dicho a Versace que hacía ese tipo de ropa, pero matizó que no había sido así, sino “justo al contrario”, como dijo a The Sunday Times. “Jamás critiqué su estilo”, afirmó Armani entonces. “Nos encontramos en la plaza de España de Roma en la promoción de un evento de moda. Estaba viendo a las modelos desfilar y él me dijo: ‘Yo visto a putas. Tú vistes a señoras que van a misa”. Sin embargo, esa puntualización tampoco sentó muy bien entonces, hace seis años, a Donatella Versace, que criticó que Armani hablara de su hermano sin que él pudiera responderle. La creadora aseguró enfadada que, cuando su hermano hablaba sobre moda, “la única palabra que salía de su boca era glamur”.
Tras la trágica desaparición de Gianni, asesinado frente a su casa de Miami Beach en 1997, Donatella, con 43 años, tuvo que coger las riendas del imperio e impedir que se desvaneciera, esquivando la quiebra económica y mediática. Más allá de las musas y de la imagen de las marcas, la relación personal entre la firma y los famosos —una alianza muy productiva que beneficia a ambas partes— es algo relativamente reciente que Donatella ha explotado sin igual, siguiendo la estela que inauguró su hermano Gianni. Muchos de los famosos que promocionan sus diseños, son además sus amigos. Uno de ellos es el rapero y diseñador estadounidense Kanye West, que quería diseñar para ella y le pidió pasar ocho días encerrado en la fábrica del grupo en Novara para aprender a fondo cómo es el proceso de producción de Versace. “Quería aprender el arte de la moda. Tiene una inteligencia superior y un sentido increíble de la moda”, ha señalado Donatella.
La estrecha amistad con la influencer y empresaria Chiara Ferragni y con su esposo Fedez, al que llama por su nombre de pila, Federico, ha ocupado parte de la conversación de la entrevista. Entre risas, los dos han comentado que cuando coinciden en alguna fiesta con estrellas como Gigi Hadid o Jennifer Lopez, Donatella siempre les pide que se hagan una foto “con Federico”.
La modista ha explicado que conoció a Lopez en uno de sus desfiles en París, antes de que ella se convirtiera en famosa, cuando era pareja del músico Puff Daddy (a principios de la década de los 2000). “Aquí te la dejo”, le dijo el rapero a Donatella, como cuenta ella y le pidió que le cambiara el look. La diseñadora la llevó a vestuario, peluquería y maquillaje y transformó su imagen. “Ya era guapísima, pero cuando salió de allí era un encanto”, ha recordado la diseñadora.
También ha rememorado la buena relación que la une con Lady Gaga, una de sus mejores amigas. “Rompe barreras, hace discursos muy inteligentes, está muy comprometida con las causas sociales, lucha por los derechos civiles, participa en obras de beneficencia, hace cosas diferentes y no solo en la música”, ha dicho de ella. Y ha relatado cómo la cantante estadounidense la sorprendió con un concierto privado para ella el día de su cumpleaños mientras estaba comiendo en el pequeño restaurante italiano que tiene el padre de Gaga en Nueva York.
Donatella además ha presumido del concierto privado que Prince les ofreció a ella, a Lenny Kravitz y a Puff Daddy en Minneapolis. “Prince no hablaba mucho. Me llamó y me dijo: ‘Nos vemos en Minneapolis, ya verás para qué”, ha rememorado. También ha explicado que el legendario cantante estadounidense, uno de los artistas que más la han inspirado en su faceta como diseñadora, compuso una banda sonora para uno de sus desfiles. Donatella le pidió que incluyera el nombre de todas las supermodelos que desfilaban para la firma. El título de la canción y la frase que se repetía en el estribillo fue “Pussy [palabra coloquial que en inglés hace alusión a los genitales femeninos] Control”. “En el desfile Gianni me preguntó: ‘¿Qué dice la canción?’ Y yo le respondí: ‘Nada, tranquilo, habla de los gatos, pussycat’”, ha relatado entre risas.
También ha aprovechado la charla, retransmitida en el canal de YouTube de los entrevistadores, para apoyar a Fedez en su reciente polémica con la televisión pública italiana, RAI, a la que acusó de censura y de tratar de evitar que, durante un concierto, criticara las posturas homófobas de Matteo Salvini. Donatella ha cargado contra el partido del político, la ultraderechista Liga: “Su discurso es erróneo, arcaico, discriminatorio, no puede existir en nuestras sociedades”.