FIRMASSu ideólogo, Gio Pellicer, es poeta, publicista y diseñador autodidacta. Su colección debut bien merece una visita a su particular universo
Por Patricia Moreno
De vez en cuando, en la escena creativa emerge un nombre que, inevitablemente, produce un pálpito generalizado. La recomendación que viene de la razón sugiere cautela, esperar a que madure la propuesta o, al menos, confirme su valor en tres colecciones –las necesarias para ver que el buen hacer no ha sido casual, sino que, con todo a favor, prevalecerá–. Por contra, el impulso, aquél que escucha a la corazonada y nada más, se lanza a apostar. A creer más bien. Es lo que sucede cuando tienes ante ti una colección debut como la de Gio Pellicer (Alicante, 1995), L'INSECTE. Y se confirma cuando indagas en la figura de este talentoso creativo, que tan pronto escribe poesía –tiene un libro publicado y otro en camino– como diseña una colección de moda de manera autodidacta con un firme compromiso con la sostenibilidad y la diversidad; y, de paso, configura un universo que plasma magistralmente todo lo anterior. “Creo que empecé a diseñar como una forma de tangibilizar visualmente la poesía y los libros que escribo y me obsesioné con la forma en que la moda es capaz de crear ilusión y ensoñamiento sin perder autenticidad", reconoce a esta cabecera.
Si esta es su habitación propia, como diría Virginia Woolf, en una colindante se encontraría la de Palomo Spain, firma a la que no duda en reconocer como un “fenómeno”. Asegura admirar su trabajo y se alinea en su misión de diluir las fronteras de género en la moda y, de paso, lanzar un poderoso mensaje social a favor de una masculinidad más sana, flexible y, por qué no, femenina –tal y como conocemos históricamente estos conceptos binarios–. Se crea, así, un tributo al legado estético queer. “En mi cabeza, imagino al hombre Pellicer como alguien introspectivo, misterioso y de fuertes convicciones. Sensible, romántico y melancólico. Elegante y, a su vez, erótico. Un hombre intelectual, que aprecia cada detalle. Que busca la máxima calidad, el diseño e, incluso, algo que va más allá, sin miedo a explorar y redefinir su masculinidad”, comparte Gio, que tenía prevista la puesta de largo de su firma el pasado marzo. Por razones obvias, el evento se canceló, por lo que decidió transformar la presentación en una película-desfile al estilo fashion film. En esta entrevista, ahondamos en la esencia de este creativo que nos adentra, así, en su universo inventado.
Acabas de presentar tu colección debut, 'L'INSECTE', pero, echando la vista atrás, ¿cuál ha sido tu camino hasta este momento?
Siempre me he sentido atraído por la idea romántica de crear algo. A los 18 años escribía mi primer libro, L’harmonie, y me matriculaba en Publicidad y Relaciones Públicas. Antes de graduarme el año pasado, ya llevaba un año trabajando como creativo senior en una agencia de publicidad en Valencia. Pero no me sentía totalmente realizado. Por ello, lancé mi firma, Pellicer, en diciembre de 2019, casi como una necesidad de crear todo un universo completo y, dentro de él, infinitas atmósferas en las que perderse. Un espacio donde poder experimentar y adentrar al cliente a diferentes esferas para crear una comunidad que se sienta orgullosa de ser como es, de la forma más sofisticada y poética posible.
¿Creciste en un entorno que estimuló tu creatividad o, por el contrario, fue algo que nació de ti?
Crecí en Benidorm, en la trastienda de un pequeño establecimiento familiar de souvenirs que, a decir verdad, hizo grandes esfuerzos para que pudiese estudiar. Aunque no crecí en un entorno especialmente creativo, mi madre siempre vio algo especial en mí y me estimulaba desde pequeño regalándome cuadernos de dibujo y películas que me hacían huir de la realidad.
Irrumpes en el sector de la moda en un contexto muy particular: una pandemia ha tambaleado los cimientos de la industria. ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Qué miedos e ilusiones tienes?
Es imposible negar que todo ha cambiado. Todo y cuanto había establecido, ya no sirve. Dejando a un lado la gravedad a nivel humano y económico que, evidentemente, sigue dejando la pandemia, creo que también ha tambaleado cimientos que era necesario que fuesen tambaleados. Era insostenible el ritmo que llevaba la industria de la moda, y me alegra mucho ver que grandes firmas como Gucci van a apostar por crear colecciones adaptándose más a la demanda creativa que a la impuesta. De cara a Pellicer, lo he tomado como un reto más. Nunca he tenido nada fácil, y mi firma ahora lleva más tiempo conviviendo con la pandemia que sin ella; por lo que tampoco es algo que me obsesione más allá de la dificultad añadida que conlleva para un lanzamiento. Por ello, mi mayor miedo, realmente, es perder la ilusión, porque es todo lo que tengo.
Precisamente, por la pandemia se suspendió tu desfile de presentación en Madrid, ¿qué tenías planeado? ¿Cómo surgió transformarlo en un desfile digital?
A finales de marzo tendría que haber visto la luz el desfile de L’INSECTE, que se acercaba más a la idea de una performance dramática que a la de un desfile. No concibo la moda sin historia. Tampoco creo en las tendencias, y la estética por sí sola no me sirve. Mi idea era adentrar a los invitados en el universo al que pertenece la colección, y que los modelos diesen vida a los personajes de los diseños. Sin embargo, la dureza de la pandemia me llevó a replantear la forma de concebir la propia presentación y a adaptarla a algo que he denominado digital movie runway, que se acerca mucho a la idea de un fashion film.
Siguiendo con la pandemia, ésta también ha acelerado cambios que se estaban abriendo paso en el sector, como es la sostenibilidad y la responsabilidad social de las firmas. ¿De qué manera tu marca está alineada con esto?
Que fuese una firma ética, sostenible y responsable era algo que tenía claro desde el propio planteamiento de la firma y, por ello, es fundamental para Pellicer. Al estar dentro de todo el proceso de creación e ideación de cada prenda, desde el concepto, pasando por el diseño y ejecución, hasta la recepción de esta por parte del cliente, aseguramos el cumplimiento de todos nuestros estándares. Todas nuestras prendas están confeccionadas con tejidos naturales, biodegradables, orgánicos y sostenibles tanto como es posible. Además, son made-to-order, algo que nos permite no solo la personalización de cada pedido a medida del cliente si fuese necesario, sino que también reducimos al 100% el stock sobrante. Manufacturamos cada una de las piezas en España, en un pequeño taller local para reducir la huella de carbono; y realizamos envíos de forma global con packaging cuidado y libre de plástico.
Asimismo, en los últimos meses hemos visto cómo el mundo se levantaba contra el racismo. ¿Cómo integras la diversidad en tu proyecto?
En mi opinión, el hecho de ser una firma muy pequeña no es excusa para no hacer todo lo que está en nuestra mano de cara a la diversidad. Querer crear una comunidad implica tener una voz y una posición clara. Por ello, seguimos apoyando y haciéndonos eco de movimientos como Black Lives Matter, difundiendo información y enlaces a donaciones y recogida de firmas. Desde el inicio, a pesar de trabajar en solitario, apuesto por la diversidad y la inclusión en todos los niveles de trabajo, porque no concibo hacerlo de otra forma.
¿Qué inspiración hay detrás de 'L'INSECTE', tanto del nombre como de la colección?
Detrás de L’INSECTE está la búsqueda del equilibrio a través del dolor y la belleza. En esa eterna búsqueda estaba el temor y admiración que he sentido toda mi vida hacia los insectos, una lucha interna que se asemeja a cómo me he sentido siempre respecto al diseño de moda. Por este motivo, decidí que girase en torno a ello mi colección debut, como una forma de admitir y abrazar ese miedo, para crear algo precioso y poético a través de él. Está diseñada basándome en antiguos libros entomológicos, analizando la morfología, rareza y contraste de diferentes insectos. Extrapolando, a través de múltiples siluetas y tejidos como sedas japonesas, tul, lana o cuero vegano, la delicadeza, agresividad, sensualidad y elegancia de cada uno de ellos. La anatomía de preciosos e intrigantes insectos traducida a batas raras, corsés, pantalones de matador, chalecos de pedrería o tontillos del siglo XVIII. Por ello, el desfile está ambientado en una fiesta de terror de los años 20, donde extraños y sofisticados seres celebran su ser y su diversidad.
¿Qué plan comercial tienes para sacar a la venta la colección?
A mediados de septiembre pondremos a disposición del cliente la colección en nuestra e-boutique y estará disponible made to order tanto a nivel nacional como internacional. Pero si algo hemos aprendido de la pandemia es a no cerrarnos y estar abiertos al cambio y, por tanto, a nuevas posibilidades. De hecho, nos han contactado también diversos showrooms interesados en la colección, y estamos estudiando vías de poder crecer sin renunciar a ser sostenibles.
Creas una moda masculina que, en realidad, oscila entre ambos géneros muy en la línea de fenómenos como el de Palomo Spain. ¿Crees que este diseñador causó un antes y un después en la escena nacional? ¿De qué manera te ha influido?
Sin duda. Admiro mucho su trabajo, y es innegable que ha supuesto un fenómeno abriendo nuevos caminos en el marco de la moda tanto española como internacional. Creo que, afortunadamente, somos cada vez más artistas, revistas y firmas las que compartimos esa visión de liberar y difuminar los estereotipos de género para reescribir la masculinidad desde nuevas perspectivas. De hecho, el colectivo LGTBQI+ juega un papel fundamental en mi firma, y es una constante inspiración para la misma.
¿A qué otros diseñadores admiras?
Admiro la ensoñación de Thierry Mugler, la elegancia de Yves Saint Laurent y la arquitectura de Cristóbal Balenciaga.
El sombrerero Betto García ha participado en esta colección creando dos tocados, ¿cómo surgió? ¿De qué otros artistas o nombres creativos te has rodeado en esta colección debut?
Hace tiempo que seguía el trabajo de Betto, y tuve la suerte de colaborar con él para un editorial de moda en Valencia del que también formaba parte Pellicer. Buscaba llevar a otro nivel los diseños, acercarlos todavía más a la idea de fantasía, iconicidad y misterio que tenía en mi cabeza. Compartí diseños y bocetos con él, y volcó todo su saber hacer en crear The Arachnid Hat y The Antenna Hat. El resultado no puede parecerme más maravilloso. Para esta colección, como en los editoriales y las campañas de Pellicer, tengo la suerte de rodearme de personas muy cercanas y llenas de talento, como el interiorista Alberto Molina, con quien he trabajado todo el setting y ambientación del desfile; y Amanda y Sofía de FÉMININ Films, que han llevado la grabación y fotografía de toda la producción, combinando formato digital y analógico, y quienes han ayudado a elevar todo lo que hago.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
En las próximas semanas publico mi segundo libro, Los Amantes, que estará disponible también en mi web. Saldrá a la luz la campaña de L’INSECTE y más adelante lanzaré la colección Spring Summer 2021 que he estado trabajando en los últimos meses. También me encantaría poder presentar en un futuro mis colecciones en ciudades como Madrid, París o Nueva York, para hacer realidad lo que tuve que cancelar hace unos meses; y crear sinergias con pintores, cantantes y otros artistas que me inspiran.