Milena Smit: "Cuando llevas meses dedicándote a la vida de otra persona que no eres tú es como si no supieras cómo volver a la tuya"

Por : ujikiu / On : 03/03/2022

A sus 25 años de edad, Milena Smit ya es la joven promesa del cine español, a pesar de que entró a la profesión de manera totalmente inesperada. Reconoce que ni ella misma se lo habría imaginado en el mejor de sus sueños, pero la realidad es que está ocurriendo. Y no nos extraña. Milena es carácter, naturalidad, personalidad y talento, sobre todo talento... Por su primera película 'No matarás' obtuvo nominación al Goya 2021, y este 2022 es por el largometraje de Pedro Almodóvar, 'Madres Paralelas', donde interpreta Ana y por el que aspira a la estatuilla a 'Mejor Actriz de Reparto' con su compañera de reparto Aitana Sánchez-Gijón, con quien comparte categoría de nominación. Este es el nivel.

Nació en Elche en 1996 y la costa alicantina la vio crecer. En 2022 todo el planeta la acompañamos en su nuevo viaje. Ya es una de las "chicas Almodóvar" (aunque "algo diferente" como ella misma confiesa) y, aunque su carrera no ha hecho más que empezar, creemos (bueno no, sabemos) que le espera un viaje precioso, tanto como la luz que desprende. Hablamos con ella.

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Lo primero de todo, enhorabuena por tu nominación. ¿Qué supone para ti ser aspirante a este Goya por ‘Mejor Actriz de Reparto’?

Al final una nominación es un reconocimiento hacia tu trabajo entonces no puedo estar más agradecida y más feliz porque mis compañeros hayan considerado que, por segundo año consecutivo, tengo un hueco en las nominaciones, además en una categoría que es nueva para mí, ya que el año pasado fue “revelación”. Y la verdad es que lo estoy viviendo desde un lugar muy bonito porque estoy muy tranquila, no estoy generándome falsas expectativas porque luego pueden aparecer frustraciones que me parecen completamente innecesarias. Aquí estamos para hacer nuestro trabajo y disfrutarlo, y al final los premios ya llegarán…

Por supuesto, estoy muy contenta de compartir la nominación con grandes referentes del cine español, sobre todo con Aitana.

En ‘Madres Paralelas’ has trabajado junto a un elenco de actores impecable, como las mismísimas Penélope Cruz y Aitana Sánchez-Gijón, con quien compartes categoría de nominación. ¿Cómo ha sido esta experiencia de trabajo junto a ellas?

¡Imagínate! Una experiencia que creo que hay muy pocas como esta en la vida. Es alucinante la familia que hemos creado y la energía que hemos sentido las unas con las otras, y sobre todo el poder aprender de dos grandes actrices de nuestro país y tener la suerte de estar tan cerca es, desde luego, un regalo que siento que Pedro me ha hecho para mí, como persona, y para mi carrera profesional.

Siempre he admirado mucho el trabajo de ambas, también el de Pedro y el de todos mis compañeros, y en ‘Madres Paralelas’ he descubierto una gran forma de hacer cine de una manera muy peculiar y con mucho amor, dando la vida por la película y estando siempre al pie del cañón, y viendo como el resto de compañeros y departamentos también lo hace. Creo que es la clave para una película maravillosa y bonita como la que hemos hecho.

Has afirmado en varias ocasiones que te sientes una “chica Almodóvar” diferente. ¿Por qué te consideras distinta?

Creo que es más una cuestión de época y de etapa. De alguna forma soy de las más jovencitas y creo que también por mi personalidad, por mi forma de entrar también a este mundo, a esta profesión, la forma en la que ha sucedido todo… A lo mejor sí que puedo encontrar muchas similitudes con Penélope, que hemos hablado en muchísimas ocasiones, como el de perseguir un sueño que ni siquiera piensas que está hecho para ti.

También creo que es algo muy estético. Me considero un poco más diferente por estas razones pero no quiere decir que sea mejor ni peor, sino diferente porque todos en general somos diferentes los unos a los otros. Tampoco creo que se pueda generalizar un estereotipo de “chica Almodóvar” porque lo bonito es encontrar actrices y actores que se asemejan a los personajes que Pedro esté creando.

Trabajar con Pedro para ti es un regalo. ¿Cómo lo has vivido?

Lo he vivido de una forma muy natural, muy orgánica. Creo que nuestra relación se ha basado en la naturalidad constantemente y creo que eso es lo que la ha hecho especial. En el momento en el que empecé a hacer las pruebas y al final me comunicaron para qué proyecto era, yo lo que tenía claro es que quería trabajar con esta persona y no con el nombre que tiene. Partiendo desde este punto hemos sido muy honestos el uno con el otro en cuanto al personaje, a la historia…

Es realmente inspirador trabajar con una persona que es un máster en esta profesión y que de alguna forma es el director por excelencia de nuestro país. Es un orgullo, un privilegio y un honor pertenecer a esta familia pero, sobre todo, haber podido tener una relación tan humana y tan honesta con él y sin ninguna capa de ego ni por su parte ni por la mía, porque al final es muy fácil intentar crearte una máscara que no eres por satisfacer o llegar a las expectativas de una persona importante. El viaje de poder haberle conocido ha sido muy, muy bonito y muy inspirador.

No hay expectativas, pero en el caso de que fueras la afortunada y te llevases el Goya, ¿a quién se lo dedicarías?

Siempre tenemos claro a las personas a las que fijamente se lo dedicaríamos, que al final es tu familia, tu madre, tu padre, tus amigos, tu gente más cercana… Yo desde luego siento que después de esta película tengo mucho que agradecer porque tengo gente muy bonita a mi lado, y ya les doy las gracias todos los días. También todo lo que viene a ser el equipo que ha hecho posible que la película saliera adelante, por supuesto a Pedro por tener la valentía de contar esta historia, a mis compañeras por ayudarme a confiar y a crecerme con el personaje y no tener ningún miedo ni ninguna barrera para sentirme libre y poder dibujar con mi interpretación algo que es muy bonito como es el hecho de contar una historia. Pero bueno, no es algo en lo que piense mucho… Esto es lo que me viene a la cabeza.

Tu profesión tiene que tener muchas cosas buenas y malas, tiene que imponer enfrentarte a un nuevo reto de un nuevo personaje, lidiar con nervios, frustraciones… Pero, ¿cuál es la parte más positiva de esta profesión?

Lo que más me gusta realmente es que me hace sentir que lo hago merece la pena. Me hace sentir útil, que hay algo que se me da especialmente bien y que me distingue de las vocaciones del resto. Pienso que para meterse en esta profesión hay que ser muy valiente porque estás trabajando con lo más sincero y lo más vulnerable que tenemos que son nuestras emociones. El exponerse y abrirse en canal de esta forma delante de miles de espectadores es algo tan arriesgado como honesto y bonito. El poder hacer que muchas personas se sientan identificadas con un personaje, una historia o con un simple detalle, como puede ser un momento de la película que te haga recordar algo que hayas vivido. Sin duda es lo que más me llena y lo que me anima a que vaya todos los días a trabajar. Pienso que qué suerte que me estoy dedicando a algo que me encanta y que me cura muchas cosas. El arte nos ayuda a curar.

¿Y lo que menos?

El peligro que muchas veces corremos debido a eso mismo que me apasiona, que es esa exposición de nuestras emociones. Al final te pasas todo el año viviendo vidas completamente diferentes, con su pasado, presente y futuro… Pero eso no es tu vida. Cuando llevas meses dedicándote a la vida de otra persona que no eres tú, de repente se termina ese rodaje y vuelves a tu vida y dices, “hostia, ¿por dónde me había quedado?”. Es como si no supieras cómo volver a tu vida, ¿sabes?

Nunca me había parado a pensarlo y creo que el público, a pesar de ser conscientes de todo el trabajo, no somos conscientes de cómo te puede calar la vida de un personaje que se convierte en tu nuevo “día a día”… Y de repente tienes que volver a ser Milena.

¡Es eso! Al final todos vivimos un proceso de desarrollo personal y de educación emocional. Eso te lleva a una serie de confusiones y de pérdida de realidad muchas veces, y te ves en situaciones absurdas que de repente no sabes cómo reaccionar ante ellas y dices “guau, tengo un trabajo muy duro que hacer para seguir estando bien”, y si encima al mes o a las dos semanas arrancas otro proyecto con otro personaje… Hay que tener mucho cuidado, porque en esta profesión estamos muy expuestos y hay que cuidarse, protegerse y descansar.

¿A veces te ha pasado que se ha quedado algo de un personaje en ti?

Sí. Grabando ‘Madres Paralelas’ mis amigas me decían que tenía gestos que no eran míos o maneras de reaccionar ante cosas que no eran las mías. De alguna forma no me terminaban de reconocer en momentos puntuales. Al final estás tan metido y estás conviviendo tanto tiempo con el personaje que te afecta incluso al estado de ánimo. Cuando he tenido escenas super duras mi ánimo es como que lo que vaya a rodar vaya a pasar de verdad.

En concreto el personaje de Ana, ¿te ha resultado complicado?

Conectar fue muy fácil, distanciarme de ella fue complicado y la verdad es que todo el viaje que hice con ella fue muy bonito. Sí que a lo mejor lo que más complicado me podía parecer eran cosas que yo no había vivido, por ejemplo el parto que a la vez fue mi momento favorito, pero son cosas que cuando no has vivido y no has sentido se te hacen más difíciles aunque es bonito también. Pero en general ha sido un viaje precioso al lado de ella.

Algo que llama mucho la atención son los cambios físicos que acompañan a Ana en todas sus transformaciones. ¿Con cuál de todos te has sentido más identificada?

En realidad con todos y con ninguno. Creo que me sentía identificada porque sentía que al personaje le sumaba pero realmente con Milena no. Yo el pelo siempre lo llevo oscuro y lo intento llevar largo, aunque a veces es difícil, pero al final es un proceso que te adaptas para favorecer a la historia del personaje.

Ahora eres una de las actrices más esperadas de la alfombra roja. ¿Te sientes cómoda en la red carpet?

Sí, muy cómoda. Me gusta mucho jugar a favor de la estética, de la moda, del disfraz… Me apetece mucho preparar lo que vamos a llevar, hacer todo el diseño, el maquillaje… ¡Una maravilla ese proceso!

¿Qué crees que es lo que hace único a tu estilo?

Creo que no hay muchas referencias en España que puedan ir con mi estética. Creo que eso es lo que más puede impactar a los medios y a la gente que busca tener un referente de moda con la que sentirse identificada.

Tienes pendiente el estreno de ‘Libélulas’, de Luces Knowles, y ‘Tin y Tina’, junto a Jaime Lorente y del director Rubin Stein. ¿Qué puedes adelantarnos de estos largometrajes? Sin hacer spoiler…

No podemos contar mucho todavía pero ambos viajes han sido muy importantes para mí porque me han enseñado mucho y me han servido para coger carrerilla para poner en práctica muchas cosas que he aprendido. He tenido la suerte de poder compartir estos proyectos con compañeros inmensos y aprender mucho de ellos. ¡Respecto al proyecto es mejor esperar un poquito!

También tienes un proyecto protagonista entremanos ‘La Chica de Nieve’, una serie de Netflix inspirada en la novela de Javier Castillo. ¿Cómo está siendo este trabajo?

¡Justo vengo de hacer ensayos! Estoy super feliz, me estoy entendiendo muy bien con los directores y con mi compañeros. Está siendo muy bonito desde que me contaron el proyecto hasta ahora. Estoy muy motivada y deseando empezar a rodar y poder meter mano en el personaje. Y creo que es muy diferente a lo que he estado haciendo hasta ahora.

¿Un sueño?

Uf… Supongo que el amor fuera fácil.