El joven chaqueño de 38 años, que descubrió la profesión de casualidad, crea verdaderas obras de arte para mujeres y hombres que buscan descollar con sus outfits.
En su atelier de El Salvador 4684, Palermo Soho, el oriundo de Presidencia Roca, población situada en la margen derecha del río Bermejo, diseña en forma manual desde collares, aros, pulseras, vinchas y charreteras, hasta pins, hebillas, prendedores, cintos y scrunchies, que atrapan a celebrities y diseñadores de alta costura.
El artista de las pinzas también efectúa intervenciones en carteras, anteojos, billeteras, dijes, pashminas y medallones de fundición, otorgándoles un toque distinción que los convierten en únicos e irrepetibles. Si se lleva a cabo un trabajo con dedicación y pasión, si se aplican las técnicas precisas, los accesorios se convertirán en piezas clave del mundo de la moda.
Así lo entiende el chaqueño Aldo Sotomayor, un novel y talentoso diseñador autodidacta de accesorios y complementos que cautiva con sus piezas únicas a mujeres y hombres por igual. “Es bueno que los accesorios tomen un protagonismo absoluto porque hace que potencie, que acompañe un buen look”, afirma el oriundo de Presidencia Roca, pequeña localidad situada en la margen derecha del río Bermejo, límite con la provincia argentina de Formosa.
Con dos herramientas básicas, como la pinza chata y la pinza rosario, el taurino de 38 años crea verdaderas piezas de arte en el atelier que tiene montado en la parte posterior de Aldo Sotomayor Accesorios, la colorida tienda enclavada en la zona porteña de Palermo Soho, calle El Salvador 4684.
Entre clienta y clienta, el diseñador va forjando en forma manual diversos accesorios y complementos para la moda. Desde collares, aros, pulseras, vinchas y charreteras, hasta pins, hebillas, prendedores, scrunchies y cintos, entre muchos otros.
“Trato de ser lo más perfeccionista posible”, admite sonriendo el artista de las pinzas que emplea insumos nacionales e importados premium. A diferencia de los diseñadores de ropa o joyería, Aldo Sotomayor esquiva plasmar su idea en un boceto.
“No soy de diseñar de antemano, en un papel. Escojo los insumos y les voy dando forma hasta terminarlos”, revela sentado en la mesa de trabajo aclarando que “lo mío es accesorios, nunca será joyería”.
Inquieto, creativo y observador como pocos, el diseñador chaqueño se destaca por intervenir o customizar prendas de moda, como las carteras, los anteojos, las billeteras, los dijes, las pashminas, las ruanas, los vestidos y medallones de fundición. Apliques o incorporaciones le dan un toque de distinción a los outfits para diferentes ocasiones de la vida moderna, tanto de las mujeres como de los hombres.
“La personalización convierte a las prendas en únicas e irrepetibles”, remarca Aldo que admira los diseños de Chanel, en particular, y tiene como referentes a tiendas exclusivas extranjeras, como Moschino, Dior y Schiaparelli. A lo largo del año, el diseñador presenta colecciones cápsula, líneas muy exclusivas formadas por accesorios y complementos de edición limitada.
“Me inspiro en el concepto del momento y los materiales elegidos para trabajar. ¿Cómo surge el nombre? De charlas, momentos vividos o de una situación que surja, ya sea personal o lo que ocurre en el mundo”, sostiene Sotomayor que admira los diseños de Chanel, en particular, y tiene como referentes a las tiendas exclusivas de Moschino, Dior y Schiaparelli.
Para momentos especiales, como una boda, un cumpleaños o un aniversario, el roqueño invita a sus clientas para que participen del diseño personalizado de los accesorios. “Les pido que me traigan una foto o el color de las prendas”, señala sonriendo.
A menudo, las creaciones de Aldo son requeridas por celebrities y diseñadores de moda de alta costura para presentaciones o desfiles exclusivos. Momentos inolvidables que guarda en sus retinas. “No tengo palabras para describirlo. Para mí fue un gran crecimiento profesional, personal y, a través de esa convocatoria, tener un crecimiento en la marca”, asegura orgulloso.
UN AUTODIDACTA QUE ENCONTRÓ LA VOCACIÓN DE CASUALIDAD
Su vocación la encontró de casualidad en 2011, tres meses después de arribar en la estación terminal de Retiro, luego de viajar doce horas en ómnibus, desde su Chaco natal. En la mediana valija, además de sus pertenencias, traía el título diseño gráfico (comunicador visual) y el sueño de triunfar de lo que había estudiado en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).
Luego de golpear puertas y dejar una veintena de curriculums, solo pudo conseguir el puesto de cadete en una fábrica mayorista de accesorios. Al ver su ímpetu y ganas de progresar, la dueña le ofreció ser ayudante de diseño y producción.
“Era todo nuevo para mí. No sabía que existía todo este mundo”, reconoce Sotomayor que comenzó a amigarse con las pinzas y hasta ofreció armar pulseras fuera del horario laboral. La comerciante accedió al ofrecimiento con un “llévate los insumos que quieras”.
Aldo aceptó con gusto. Al punto que, después de diez horas en la fábrica, regresaba a su casa y se ponía a diseñar hasta quedarse dormido. Religiosamente, al día siguiente regresaba a la empresa, entregaba la producción y cobraba un dinero extra. En ese trabajo estuvo un año y medio, hasta que lo despidieron. Con la indemnización, en la soledad de su hogar, empezó a diseñar y a hacer stock.
“¿Y ahora dónde lo vendo?”, fue la pregunta que se hizo. Sus amigos, que lo escucharon, le recomendaron ir a una feria de Puerto Madero. “Reconozco que me iba muy bien, porque trabajando sábado y domingo, sacaba un sueldo”, rememora el diseñador destacando que los compradores “elogiaban mis creaciones por la originalidad”.
Todo había comenzado como un hobby, mientras Aldo buscaba otro trabajo fijo, que llegó al cabo de siete meses, tras ingresar a una concesionaria de autos. Pero el hobby no lo abandonó: todos los fines de semana se instalaba en la feria de Puerto Madero con sus accesorios. “Nunca se me había pasado por la cabeza poner un local”, asegura el hermano mayor de Fernando e hijo de la docente jubilada Epifania “Fanny” Sotomayor, que lo tuvo siendo madre soltera y “siempre quiso que fuera alguien en la vida”.
En junio de 2018, Aldo conoce a Alejandro Traverso, un empresario y, en ese momento, Administrador de la Cámara Argentina de la Moda (CAM). Más allá de establecer una relación personal, Alejandro descubrió en el chaqueño el don de la creatividad que expresaba a través de sus distintos diseños en accesorios.
“Un talento que merecía darse a conocer al mundo de la moda argentina”, destacó Traverso. El elogio del experimentado dirigente de la moda envalentonó al novel diseñador de la feria. Al cabo de un tiempo se asoció a la CAM. Una decisión que le trajo satisfacciones. Porque Fernando Calvano, destacado productor de Buenos Aires Moda, lo convocó para que presentase su primera colección otoño/invierno “Orígenes” en una pasarela del Hotel Hilton.
Fueron tan exitosas las pasadas que, el mismo productor lo invitó a ser parte en otro desfile. Pero en este caso dentro de la cápsula de la Cámara Argentina de la Moda, junto a diseñadores como Juan Vitto, Eduardo Urquiza y Graciela Ruiz Diaz, actual vicepresidenta de la CAM. En esta oportunidad, Aldo sorprendió a los asistentes con la colección “Deja vu”.
ORIGINALIDAD Y PERFECCIONISMO, ATRIBUTOS QUE LO DISTINGUEN
Al cabo de unas semanas, su descubridor, Alejandro Traverso, lo tentó para conformar una sociedad. Entre rondas de café, almuerzos y cenas, coincidieron que era el momento y crearon la marca Aldo Sotomayor Accesorios. Antes de que concluya el 2018, los diseños fueron presentados en la apertura del desfile que se hizo en el Hotel de las Américas, a beneficio de la Fundación Fundamind.
Al año siguiente, el chaqueño gestó la colección “Utopía” y la exhibió en un desfile (con producción de Alejandro Traverso) que se hizo en Ushuaia, dentro de la Gala del Fin del Mundo, organizada por Alejandro Viñas y Daniel Martínez, dos importantes organizadores de eventos. A la vuelta de la ciudad austral, Aldo y Alejandro coincidieron e inauguraron la ansiada tienda de accesorios y complementos de moda.
El ascendente y rutilante prestigio del chaqueño llegó a oídos del diseñador de alta costura Laurencio Adot y de su socio Thiago Pinheiro, a través de la reconocida actriz, conductora y modelo Muñeca Moore. Reunión mediante, Laurencio y Thiago lo eligieron para que crease los accesorios con estilo grecorromano para la colección “DotBallet”, cuyo desfile se realizó en el Alvear Palace Hotel.
Al cabo de unas semanas, ya finalizando 2019, Aldo volvió a ser convocado por la marca de Adot. En esta oportunidad, para que interviniera pendientes y apliques en el desfile organizado por Caras Moda, en el alucinante Palacio Alsina. El 2020 no podía comenzar mejor para Aldo Sotomayor Accesorios.
Es que presentó la colección de verano en el desfile que “La Jaula de la Moda” hizo en Espacio Clarín de Mar del Plata y cuyo cierre de pasada estuvo a cargo de la conocida vedette uruguaya Mónica Farro. Luego irrumpió la pandemia y Aldo centró su labor en la creación y en la atención de su atelier en Palermo Soho.
“Me pone feliz y me provoca mucho placer diseñar. Más aún cuando veo los resultados de la imaginación plasmada en la realidad, jugar e ir viendo cómo se va generando ese proceso creativo, hasta lograr el resultado final”, finaliza el autodidacta.
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